martes, 7 de julio de 2009

Irán forja un nuevo enemigo

Irán ha protagonizado portadas de los medios internacionales de los últimos meses, primero debido a su programa nuclear que se sospecha que tiene fines armamentísticos, y ahora por las irregularidades en las elecciones.

Durante unas semanas la situación indicaba que las tensiones acabarían. Irán permitiría la supervisión de su programa nuclear por la comunidad internacional, y las relaciones con occidente se normalizarían. Pero la cosa no ha sido así. Esta es mi interpretación de lo sucedido:

El gobierno de los Estados Unidos presidido por George W. Bush lideraba el grupo de países que pedían actuar contra los planes nucleares de Irán. Esto, además de beneficiar a la intención de Bush de desplegar un escudo antimisiles en todo el mundo, también alimentaba las ambiciones nucleares de Irán.

Con la llega de Obama a la casa blanca las tensiones cesaron. El militarismo de los Estados Unidos ha sido frenado. Pero el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, también vio desvanecerse parte de los soportes a su programa nuclear.

Por eso, en las elecciones presidenciales de este año en la que las encuestas daban ganador a Ahmadineyad (pero con menos votos), se han manipulado los resultados para exagerar la victoria y generar descontento entre los ciudadanos.

Después, el régimen islámico acusó pruebas a países europeos de estar detrás de las manifestaciones. Forjó un nuevo enemigo occidental formado a por las acusaciones a diestro y siniestro a las principales potencias occidentales, como el Reino Unido, Francia, y Alemania, a quienes culpa de estar detrás de las manifestaciones.

Así es como el gobierno de Irán, encabezado por los islamistas radicales (que no la población), ha conseguido crear una amenaza para seguir con sus planes de dotarse de un arsenal nuclear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario